lunes, 16 de julio de 2007

Camerata Filarmonica, una propuesta a las universidades

La universidad antigua, la que nació en Grecia, era muy distinta a la que conocemos hoy en día.


Los griegos, padres de la medicina y de la mayoría de nuestro actual saber, eran hombres sedientos del conocimiento, y cuando me refiero a conocimiento me refiero tanto a las letras como al arte.
Sus ciudades estaban echas en base a su vasto conocimiento de las matematicas, la arquitectura y la belleza de su imaginación, y prueba de eso son las antiguas construcciones que hasta hoy día son posibles de observar.
Aquellos hombres se sentaban en sus foros a debatir temas de importancia, y escuchaban con entusiasmo cuando un hombre se levantaba y los instigaba a pensar nuevos temas cuyo resultado sería el tener un entendimiento más claro y certero de algún tema.

La escuela de medicina era la mejor, y esto porque sus pensadores entendieron que un buen médico no es el que sabe la anatomía completa de una persona sino que también le es necesario ser un gran filósofo, maestro en los temas del índole humano, entendido en ética, en fin, un hombre que sepa aplicar correctamente sus conocimientos, entendiendo que la persona atendida también es un ser humano.

Aristóteles e Hipócrates, por nombrar algunos, entendieron que el camino que te lleva al conocimiento de una disciplina es uno y no dos, y es por esto que para ellos tanto la medicina como la filosofía eran una sola cosa.

Cuando nos referimos a la universidad, deberiamos referirnos al templo de la integración de las disciplinas. Aquí el estudiante de matemáticas debería venir a entender como su saber puede ser aplicado, por ejemplo, con la escultura, así como otrora fue creada la imagen del dios Atlas, sosteniendo al mundo, que 300 años antes de Cristo se sabía ya de su esférica forma y cuya creación es el equivalente a la conjuncion entre las matematicas, la física, astronomía y por supuesto la arquitectura.

Para el ingeniero el venir a la universidad debería significarle también saber las ciencias naturales, para así comprender el funcionamiento de los seres vivos y, por ejemplo, crear un medio de movilización en base a la combustión animal, no contaminante y eficiente y de esta manera, dar una propuesta inteligente de descontaminación de las ciudades industriales.

Para el Pedagogo el estar aquí tendría que ser el equivalente de juntar muchas ramas del área del saber y darle sentido para sus alumnos, enseñandolo de la manera más facil, así como un filósofo, entendiendo las necesidades de los estudiantes asi como un psicólogo, tratando de llegar a los problemas de sus púpilos curando sus pesares así como un médico, solucionando problemas educativos, logrando motivar al alumnado mediante su ingenio, como el buen arte del ingeniero.

O, para un médico, el venir a la universidad deberia significarle hacer su alma más permeables a las necesidades humanas, integrando la psicologia para entender, las matematicas para predecir, la fisica y la bioquimica para explicar, la música para traer alegría y paz, y todo este conjunto debería dar como resultado el arte de ser un buen médico.

Pero, en fin, con todo esto quiero decir que el conocimiento otorgado por la universidad no puede encerrarse en una sola area del saber, y es ahi donde nuestro conjunto y futura orquesta toma protagonismo, ya que un futuro profesional necesita ampliar su mente a esta preciosa área del entendimiento, donde la matematica se aplica en cada compás, en cada tiempo, donde la psiquis del ser humano se haya a sí misma, donde nuestra esencia biológica se apacigua, donde nuestro lenguaje humano calla y toma fuerza el lenguaje musical, donde el deseo de innovar se potencia, donde la imaginacion vuela y nos lleva a lugares lejanos de este mundo y nos hace entender que el conocimiento que viene de los libros no lo es todo, es necesario vivir y experimentar, este es el verdadero conocimiento.

Camerata filarmonica se abre a la posibilidad de formar otra vez la antigua universidad donde el conocimiento fluía y este era uno solo, inseparable e inextinguible, donde el pintor, el arquitecto y el escultor convivían con la física, el filósofo con la medicina y las matematicas y su conocimiento era un todo inseparable e inextinguible.

Iván Ruiz Figueroa.
estudiante de Medicina.
violinista de la Camerata Filarmónica Estudiantil – Usach.

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